Siempre cortas. O no dichas. O inoportunas.
Pero siempre palabras. Que a veces forman nubes de tinta (vocación de pulpo).
Un hombre de palabras. Pocas. Por temor a que lo dominen.
Palabras cruzadas. Con pocos signos de exclamación y muchos de pregunta.
Palabras que se lleva el viento.
Palabras que forman la anatomía del deseo.
Palabras que intentan iluminar la oscuridad.
Palabras que buscan redondear la idea.